Red Gold

sábado, 30 de junio de 2012

~Capítulo V - La Jaula~

A una distancia considerable y medio escondida podía ver cómo poco a poco la nueva persona en el Colegio avanzaba camino hacia el director. Parecía cansada y decaída, quizá el viaje la dejará tan hecha polvo como a mí. Guardó con sumo cuidado el medallón que escondía en la mano y prosiguió. Cuando el director hubo terminado con la agenda acogió a la nueva con un saludo informal.

-Oh, así que tú eres la chica nueva que viene del extranjero. Me han dado muy buenas recomendaciones sobre ti… Nos pidieron desde la embajada que encarecidamente le diéramos libertad en cuanto al Colegio se refiere, me consta que así será. ¿Ya tiene pensado el horario que quiere para el nuevo curso, señorita…?

El director dejó la pregunta en el aire, se esforzaba en tener un trato noble con una persona que ni conocía. La chica dubitativa giró la cabeza observando los alrededores hasta que irremediablemente chocó su mirada contra la mía. Tan intensa…

-Sylph, y sí, ya sé qué horario quiero… me lo explicaron muy por encima pero es el que mejor me va.

-Muy bien, pues pasemos al despacho a concretar detalles.

El director se giró y entró en el edificio. La chica se quedó sin moverse durante unos segundos para después contestar:

-Quiero el horario mixto.

Poco después entró siguiendo al director. ¿Qué narices era eso? Por un momento llegué a pensar que me buscó la mirada a propósito aunque lo más probable era que quisiera ojear los exteriores. Habiendo escuchado la conversación de la mañana… quizá tuviera que ver con el señor Hawk, el hecho de tener un trato especial me resonaba demasiado.

La hora de la comida se acercaba y aún no ubicaba del todo dónde estaba el comedor, di varias vueltas hasta localizarlo y tras ver que estaba lleno me convencí para ir otro día más… tranquilo. Volví a la habitación con toda la comida en brazos y la deposité en la cama. Cogí uno de los sándwiches y mientras me lo tomaba miré las ventanas de la habitación. La sensación de brisa fría por la noche era real y aunque aparentemente los cristales estaban bien seguía pensando que había algún hueco por el que entraba.

Pasaron bastantes minutos, me preparé el maletín con el material que ya estaba guardado en el armario: folios, bolígrafos, de todo. Para estas cosas el Colegio estaba muy preparado, demasiado. Varios golpes tocaron la puerta y fui a abrir. Invité a Nico a entrar y éste con gusto pasó y se acomodó.

-Hola, a este paso vas a cansarte de mí, ya lo siento. Venía a informarte, como habéis venido tres alumnos nuevos al Colegio tendremos que presentaros adecuadamente. Si sólo hubieras sido tú te hubiéramos disimulado entre la gente y no pasaba nada pero… Tres ya resuenan demasiado.

-¿Tres? … Tranquilo, lo entiendo. La vergüenza del primer día no se la quita nadie pero, si no es molestia, ¿quiénes más han llegado?

-Oh, pues mmm uno es un chico algo alto aunque me da la sensación que un poco empollón. Su familia no destaca mucho de entre las nobles pero ahí está, es como una secundaria que ayuda a una aun mayor. Y y y… creo que venía del continente del Este (Daemon).

-Vaya, ese estará como yo jaja.

-Si, lo cierto es que si, andaba incluso más perdido que tú jaja. La tercera es una chica del Sur (Sandme). No me han dado muchos datos pero la han recomendado los altos cargos de su zona, por lo que se ve querían que viera mundo.

-Vaya. Cada uno de un lado. A ver cómo encajaremos.

-No te preocupes, se sabe rápido cuando encajas y cuando no, además, la gente tampoco es muy “mala” aquí.

-Esperemos.

Pasaron varios minutos en silencio, mientras tanto preferí seguir poniendo lo necesario en el maletín. Nico observaba lo que anduve haciendo antes de eso, comer…

-¿Comiste aquí?

-Si, vi el comedor muy lleno desde fuera y preferí dejarlo para otro día.

-Pues muy mal, tendré que enseñártelo.

La cara que puse debió de parecer un chiste porque rápidamente cambió de tema.

-Oh, ya casi es la hora. Vamos, tenemos que recoger a los otros dos e ir a clase.

Ambos salimos por la puerta y tras andar por varios pasillos llegamos a la puerta de la primera. La chica salió con un maletín similar al mío, vestía lo mismo que todos, el uniforme escolar. No parecía estar nerviosa.

-¡Buenas tardes!, ¿Sylph era tu nombre cierto?

La chica asintió y nos hizo un gesto con la mano para buscar al restante. Comenzamos a caminar, esta vez tardamos más ya que la segunda parte del edificio, la parte donde estaban los chicos, se encontraba un poco alejada. Así acabamos por recoger al tercero que, con aires tímidos, se acopló al grupo quedándose muy atrás.

El camino hacia clase se hizo un poco largo, Sylph era de pocas palabras y por eso Nico prefirió seguir andando sin preguntar ni decir nada. Poco a poco Sylph se puso a su lado, justo donde estaba yo, y acabó por dejarme a mí atrás excluida... genial. La gente que nos viera por los pasillos pensaría que soy igual de rara que el nuevo, no me había ni dignado a preguntarle el nombre. Preferí pasar el camino memorizando los pasillos del Colegio y las clases.

Una vez llegamos y traspasamos la puerta pudimos ver el aula. Era asombrosamente gigantesca, fácilmente cabían trescientas personas aunque ahora se encontraba medio vacía. Parecía un aula universitaria, en cuesta hacia abajo y llena de mesas todas juntas. Bajamos las escaleras hasta llegar abajo del todo y los cuatro nos pusimos frente la pizarra.

-Bien compañeros, hoy tenemos tres nuevos alumnos en el aula, espero que los tratéis bien. Estos son Sylph, Alire y Daniel. Cada uno de ellos viene de un continente distinto y están cualificados para estudiar en el Colegio.

Sylph agachó la cabeza en forma de saludo y respeto, Daniel y yo la imitamos. Después Nico bajó del podio donde estaba la pizarra y fue a buscar su sitio como delegado. Por nuestra parte nosotros tuvimos que buscarnos el hueco en la clase. Sylph fácilmente encontró asiento, un grupito de jóvenes la recibió con ganas. A Daniel y a mi no nos fue tan bien y nos tuvimos que conformar sentándonos arriba.

La clase transcurrió muy tranquila, todo normal. El chico tímido de al lado parecía que poco a poco se empezaba a abrir o por lo menos hacia mí, sacó de su mochila unas gafas que le daban apariencia aún más de empollón. Ambos intercambiamos varias opiniones sobre las clases y al terminarlas nos fuimos a la vez. Nico se quedó esperando a que el aula se vaciara y Sylph fue con su grupito acompañada.



Estuvimos media semana siguiendo este ritmo, media semana comiendo de mi reserva. Nico cada vez se aparecía menos por mi cuarto y sin embargo lo veía siempre por las esquinas, vigilando. Media semana… el día de hoy resultó ser viernes. Si, hoy era viernes y estábamos sobre las dos catorce de la noche. Una voz susurraba mi nombre a la vez que la brisa fría me despertaba. Esta vez era diferente. Salí andando por el pasillo. Una nueva silueta esperaba en el recibidor para después salir al exterior corriendo. Intenté alcanzarla y salí tras ella al exterior. Era de noche pero podía notarse algo de luz por varios candelabros que había en las paredes.

-¡¡Espera!!

La voz de Daniel se acercaba nerviosa hacia mí.

-¿A-Alire? ¿Qué haces tú aquí?

-Eso debería preguntarlo yo ¿no?

Una tercera chica de otra clase venía lentamente por detrás, estaba tan nerviosa como Daniel, quizá incluso más. Estaba tan insegura que llevaba una rama gruesa en las manos. Al vernos nos apuntó a ambos con ella.

-¿Quiénes sois vosotros? ¿Para qué me habéis llamado? ¿Ya está bien con la bromita no? Todas las noches me hacéis lo mis-…

-¿Bromita? ¿Qué bromita?

-Sssh calla Daniel, déjala hablar.

-Me…

De repente un chico de unos veinti-pocos se abalanzó sobre nosotros tres desde un balcón que había a un tercer piso. Vestía cuero negro por todos lados. Llevaba una chaqueta que le llegaba hasta el suelo, y era tan rubio que se podía confundir el color con el blanco, tenía unos colmillos tan largos que solo con verle abalanzarse sobre nosotros daba miedo. Se aproximaba gritando:

-¡¡Hora de cazar!!

2 comentarios:

  1. Uhm, tenemos aquí a un chico nocturno que no deja dormir a los demás... ¡Entonces debe ser él quien por las noches no deja que me duerma! ò.ó
    Nah, solo yo tengo la culpa de mi insomnio (?) jajaja ¡Dale caña Ireeee! Quiero ver a quién le hinca el diente este chico tan majo que parece sacado de Matrix :DDD

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    1. Jajaja majísimo, aunque creo que ya sabes a quien xD

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